Las velas de bautizo y de comunión han sido siempre un elemento importante en estas ceremonias, ya que representan la Luz, que se transmite a los niños en ella.
Estas velas han sido siempre motivo de orgullo para los padrinos, cuanto más grande y ornamentada era la vela, así se consideraba al Padrino y Madrina.
Por tradición, a vela más grande, mejor Padrino y Madrina.
Los Padrinos eran los encargados de velar por los niños, en caso de que los padres no pudieran atenderlos, o de cubrir gastos en las vidas de los ahijados, como estudios, ropa, algún capricho. Etc.
Las velas de bautizo y de comunión, pinzadas a mano clásicas, hasta hace poco solamente se decoraban con un labrado sobre la cera, denominado “pinzado”.
Este trabajo consiste, en esculpir las velas, en caliente, pinzando la cera, haciendo flores y detalles, muy laboriosos, lo que las hace una verdadera obra de artesanía.
Primero se marcan los espacios sobre la vela, en frío, utilizando cinta o papel dorado, esto da la pauta para proceder al pinzado.
Al ser artesanal, y hacerse de una en una, nunca quedan iguales, aunque la experiencia de las manos artesanas, consiguen lo imposible… que todas sean iguales.
En estos momentos, estamos muy orgullosas de nuestro trabajo.
Somos la cuarta generación trabajando en este oficio artesanal.
En este video podréis ver cómo lo hacemos.